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miércoles, 28 de marzo de 2018

Los 5 errores comunes que cometen los usuarios y los convierte en blanco fácil para el robo de datos.


Hoy en día muchos usuarios sin saberlo están más expuestos que otros al robo de datos y la confianza es uno de los mayores problemas que tienen.  Todavía y a esta altura, luego de varios hechos que la mayoría del mundo conoce, muchos son los usuarios de Mac que siguen pensando que no les sucederá nada pues tienen la falsa creencia de que “En Mac no existe el malware…”, algo totalmente falso, como también es totalmente falsa la sensación de seguridad de algunos otros usuarios de sistemas Windows pues se confían que al tener el antivirus actualizado, no les puede suceder nada.

Las empresas que quieren mostrarnos avisos para vendernos productos o cambiar nuestra opinión sobre cualquier cosa (el caso más claro actual es el de Facebook y Cambridge Analytica) y los ciberdelincuentes hoy más que nunca están al acecho para robar los datos de cualquier usuario y todo gracias a la confianza que muchos usuarios tienen en sus sistemas, a la confianza de pensar que esto del robo de datos.

Todo lo anterior sucede y mucho más seguido de lo que piensan, por eso es bueno que lean los siguientes 5 errores que los usuarios cometen en la red y que los convierte en blanco fácil para el robo de datos, los cuales nos ofrece la empresa especializada en ciberseguridad e IT All4Sec:

1. Pensar que los ciberataques son cosas que les pasan a otros:
Todo lo contrario: seguramente ya te ha pasado y no te has dado cuenta. Pueden pasar muchos meses hasta que te des cuenta (si lo haces) de que han robado tus datos. Incluso para las organizaciones, con sistemas de vigilancia de seguridad, pueden pasar muchos meses; en cambio, llevar a cabo un ciberdelito de este tipo, en el 60% de los casos, es solo cuestión de horas. No te duermas en los laureles, la protección de datos es preventiva y no una solución que adoptar una vez sucedido el ataque.

2. Dar tus datos sin pensar:
En el caso Facebook se ha visto con claridad las consecuencias de dar a una página o aplicación acceso a nuestra información y además con todo lujo de detalles. Los usuarios expusieron toda la información que tenían en la red sin conocer para qué iba realmente a ser utilizada. Cuanta más información ponemos online, menos control tenemos sobre ella, ya que, al fin y al cabo, no sabemos dónde están esos datos y qué hace con ellos el que los tiene. Así que estas vacaciones presta atención a las fotos que subes: ¿te gustaría que acabaran en una web al otro lado del mundo? Y en especial, cuidado con subir tu ubicación, estás compartiendo mucho más de lo que piensas.

3. No leer los términos y condiciones:
Es cierto que a nadie le apetece leer un frío y extenso documento legal cuando lo que quiere es simplemente empezar usar una página o aplicación, pero el escándalo de Facebook demuestra de una vez por todas por qué no podemos saltarnos ese paso: en sus términos y condiciones menciona que comparte tus datos con terceros, algo que millones de usuarios ignoraron hasta que se reveló su verdadero alcance. Cuidado con las apps de planes, juegos o información que te bajas: cualquiera de ellas puede hacerte “consentir” a algo que no te conviene.

4. Confiarse por tener un antivirus:
El antivirus no sirve de (casi) nada y si corres algún riesgo pensando que tu antivirus impedirá cualquier ataque, estás peligrosamente equivocado. Los antivirus solo pueden frenar los virus que conocen. Crear un virus nuevo que pueda filtrarse sin ser detectado por tu protección es cuestión de pocos minutos y, ante este, tu antivirus no puede hacer nada. Así que no des cualquier “clic” pensando que el antivirus frenará un posible ataque: es posible que no pueda evitar contaminar tu sistema.

5. Conectarse desde cualquier parte:
¿Estás conectándote a Internet a través del WiFi de hoteles, aeropuertos o cafeterías? Si es así, ya has puesto en peligro tu información más sensible. Este tipo de redes no cuenta con ninguna seguridad, y son extremadamente fáciles de atacar por hackers que roban los datos de los usuarios para traficar, posteriormente, con ellos. Conectarse a una de estas redes es como entrar en un parvulario cargado de caramelos y esperar que los niños no se den cuenta. Lo peor es que una vez robados tus datos no tienen fecha de caducidad en la Deep Web o la Dark Web, donde permanecen durante años.





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